Tradiciones navideñas

En estos días señalados de reunión y concordia familiar no está de más que recuerde una tradición que todos los años mantenemos en mi familia.Además de las galas navideñas, los regalos y el turrón (que ya conocéis) os voy a mostrar un vídeo que nos recuerda los peligros del alcohol o algo parecido y que solemos ver todos los años mis hermanos y yo.¡Feliz Navidad a todos!

Draelion (1)

Hoy estoy un poco liado y en plan perruzo y no voy a escribir nada nuevo, así que os dejo un fragmento de la historia de un personaje de una partida de rol por foro que estoy empezando ahora.Le estoy pillando cariño al personaje, que tendrá una larga vida si nuestra fantástica y maravillosa a la vez que estupendísima master quiere.Seguramente le guste a los más frikis, así que voy a estrenar categoría. Espero que os guste.


El pequeño Draelion corre sobre las hojas de roble.El sol se filtra a través de las copas de los árboles del bosque mientras una suave brisa le revuelve el pelo.A medida que avanza el sonido de las corriente del río comienza tomar fuerza.Una vez cree estar lo suficientemente cerca disminuye la velocidad hasta pararse y se oculta tras un arce.Sin hacer ruido y en tensión continúa avanzando hasta poder divisar la ribera.Una sonrisa de confianza cruza su rostro al contemplar la escena mientras se agacha para acercarse sin ser visto.En paso tras otro se acerca por la espalda a su indefensa víctima.Una vez está a la distancia adecuada salta sobre ella, pero comprende en el aire que ha cogido demasiado impulso. El pequeño choca contra su madre, que estaba lavando en la orilla del río de manera que ambos acaban chapoteando en el poco profundo riachuelo.Las elfas que lavan en las proximidades miran alarmadas hacia el ruido mientras los guardias ocultos, que han divisado toda la escena, ríen desde lo alto de los árboles.Una vez en casa, Draelion espera la visita de Arnil Gregget, su padre, con impaciencia mientras su madre prepara el almuerzo.Sus visitas son cada vez menos frecuentes debido a las guerras en las que trabaja como mercenario.

Un mal sueño

Una luz brillante le cegó a la vez que un frío intenso rodeaba su cuerpo desnudo.Una fuerte sensación le oprimía el pecho hasta que empezó a respirar con dificultad.Las formas borrosas a su alrededor se fueron definiendo poco a poco hasta tomar total nitidez.Se movió con dificultad, como si los brazos y piernas que veía e intentaba mover fuesen de otra persona, y se fue arrastrando hacia la pared cercana.Con la espalda apoyada, notaba la rugosidad de su textura a través de su piel.Miró a su alrededor y descubrió que estaba en un pasillo que parecía extenderse sin fin en sus dos extremos.Aunque las paredes tenían un tacto granulado, el suelo era completamente liso y ambos de un color verde intenso.Arriba, donde debía estar el techo, todo era oscuridad.Las paredes se elevaban sin que se distinguiese fin en la negrura que coronaba todo el pasillo.Dándose impulso con los brazos intentó ponerse en pie y tras varios intentos consiguió mantenerse a duras penas apoyado contra la pared.Tras unos minutos que le parecieron siglos se sintió lo bastante seguro como para avanzar dando bandazos por el pasillo.A medida que el tiempo pasaba sus movimientos eran cada vez más seguros, y a pesar de que tenía la impresión de llevar días caminando no distinguía ningún cambio.El pasillo era absolutamente idéntico, con aquel color verde que rodeaba todo.

Tras otro largo rato caminando le pareció curioso no notar cansancio ni hambre o sed, y empezó a pensar en la manera de salir de allí.El tiempo parecía no transcurrir en aquel pasillo.Le pareció raro que no hubiese nada más cerca de él y como si algo actuase a una orden de su mente apareció ante él una caja abierta.Intrigado se acercó a inspeccionarla, pero estaba vacía.Sin saber que hacer, movió la tapa para cerrarla y al instante toda la caja desapareció y en su lugar apareció una almendra.Extrañado por el cambio, se agachó a observar de cerca.Parecía una almendra normal, salvo que llegado a un punto se rompió su cáscara y empezó a germinar.El pequeño tallo se introdujo con aparente facilidad en el suelo y de la almendra empezó a crecer un árbol hasta alcanzar una altura de unos tres metros.A continuación no se produjeron cambios visibles, así que se relajó un poco.En ese instante, las hojas antes verdes comenzaron a tomar un tono negruzco, y el hasta hace poco fuerte tronco empezó a cambiar a una tonalidad grisácea mientras su corteza caía como podrida al suelo.Al poco rato el árbol desapareció al igual que la caja.

Aquello no podían ser coincidencias.Eran, debían, ser una especie de pistas para encontrar la forma de salir de allí.Primero una caja aparece abierta, y desaparece al cerrar su tapa.Después una semilla aparece y, tras crecer un árbol de ella, éste muere y desaparece.Parecía que empezaba a comprenderlo.Al parecer pronto descubriría la forma de salir de alli.Recordó los primeros instantes de su estancia en aquel lugar.Era extraño, pero cayó en la cuenta de que nacer no sería demasiado diferente a su experiencia.Y si seguía el razonamiento que había ideado para la caja y árbol...seguiría allí por toda la eternidad

Rutas

Un típico día de invierno.Todavía no ha salido el sol y la gente camina por la calle.Su aliento se condensa en el aire haciéndose visible mientras tengo la impresión de que cientos de locomotoras, incluido yo, circulamos por la calle viendo no mas lejos de sus narices.Se cruzan entre ellas, aceleran, frenan y tropiezan circulando por vías imaginarias.Me pregunto si esas locomotoras siguen el mismo camino todos los días, si la vía por la que pasan no es tan imaginaria como creo.


Cruzo la calle y me cambio de acera. El destino será el mismo, pero hoy escogeré otra ruta.

El nombre del blog

El otro día un amigo tímido o al que le dan alergia los comentarios me mandó un correo preguntando por una explicación del nombre del blog. Cometió dos errores: mandarme el correo a una cuenta que no miro casi nunca y intentar buscar sentido a algo que ha salido de mi cabeza.Y yo cometí un error: ponerle un nombre con sentido al blog. Así las cosas, os cuento como pasó todo(utilizaré seudónimos para los protagonistas) :

Una noche de verano salimos tres amigos a tomar algo.Hacía bastante tiempo que no quedábamos, así que pillamos algo de bebida y nos sentamos en un banco del parque a hablar un rato.Uno de los tres (de ahora en adelante "Agobios") estaba bastante nervioso por temas de trabajo y otras movidas suyas.Empezó a contarnos todas sus movidas mientras Ausente(el que faltaba) hacía gala de su seudónimo y servía la bebida a su bola.Una vez Agobios terminó Ausente le dió su opinión estándar, que todos conocíamos y sólo cambiaba cuando se hablaba de política, "Tío, tranquilo y no te agobies.Pasa de todo".Todo esto dicho mientras se liaba el primero de la noche y nos decía la pasta a la que tocábamos por cabeza.Al parecer a Agobios no le solucionó la vida tan sabia frase y me miró como preguntando que opinaba.

"Si fuese tú no haría caso a Ausente" Y no se me ocurrió más que decir, así que me puse a contar monedas para reunir el dinero."No se puede dejar todo de lado, pero al menos yo necesito desconectar de vez en cuando.Ojalá todo fuese más fácil, pero supongo que también sería mucho más aburrido" Me volví hacia Ausente para darle el dinero (es curioso que la misma persona que pagó todo fuese la que echase las cuentas).Y en ese momento se me ocurrió una de esas reflexiones que suelo guardarme para mí para que la gente no me mire raro.Ni que decir tiene que esta vez lo solté sin pensarlo:

Es jodido pero es así.Imagina que eres una moneda guardada en un bolsillo.Está todo oscuro y vives siempre con la incertidumbre de si te usarán para pagar el café cada vez que te llevan hasta la cafetería.Y de repente un día te das cuenta de que el bolsillo tiene un agujero y te decides a escapar.Aprovechando el impulso del movimiento dentro del bolsillo te cuelas y caes al suelo.Y te ves allí, solo en un mundo que no parece tener fin y del que sólo puedes ver una pequeñísima parte.Te sientes libre y feliz.Y en ese momento, otra persona te encuentra tirado en la calle y contento con su suerte te mete en su bolsillo.

Dicho esto ambos me miraron de forma rara y cambiamos de tema.

Supongo que como siempre lo ideal sería el punto medio.Al fin y al cabo no valoramos suficientemente lo que tenemos una vez nos acostumbramos a ello.No creo posible vivir siempre dentro o fuera del bolsillo.Así que yo mientras tanto seguiré buscando agujeros entre las costuras...

Vértigo

El despertador le levanta de la cama.Medio dormido, se levanta y se mira en el espejo.No ve demasiado, así que se pone las gafas.La genética y posiblemente algunas costumbres son los culpables de una miopía con la que ya convive sin problemas.Una ducha y un desayuno rápido para salir hacia el mismo lugar de siempre.Hoy no tiene clase, si no una charla sobre los últimos cursos de la carrera.

El mismo camino de siempre hasta el lugar de la exposición.Sentado, presta atención.Ya se había hecho una idea sobre la opción que iba a seguir pero se informa de todas las opciones posibles para poder comparar.Una persona tras otra, explican todas las asignaturas de su área concreta, lo bonito que es todo y todas las posibles opciones laborales que conlleva la elección.Él permanece sentado en su butaca hasta que termina el acto.

De vuelta a casa comienza a pensar en toda la información que ha escuchado.Elección de asignaturas necesarias para poder elegir otras en el futuro, prácticas en empresas, proyecto de fin de carrera, futuro laboral...

Demasiadas cosas colgando del aire, demasiadas ideas en la cabeza...



Se quita las gafas.Se siente mejor sin ver nítidamente lo que está lejos y se para a pensar en la elección que pensaba tomar antes de la charla.No ha cambiado nada.

Un autobús se acerca a la parada.Fuerza la vista, pero no distingue el número.Maldiciendo mientras sonríe saca las gafas de nuevo.

Quitándose la venda de los ojos

Volvió a mirar la hora dentro del vagón.Llegaba tarde, como siempre.Sale del vagón y tras buscar con la mirada la encuentra esperando sonriente, hacía tiempo que le conocía y contaba con la espera.Una disculpa y un falso enfado dieron paso a un paseo por una calle cercana.Charlaban sobre temas triviales, ya se conocían lo suficientemente bien tras una amistad de varios años.Ella hablaba sin parar haciendo aspavientos con los brazos hasta que los dos rompen a reir.Él la mira divertido, y ella le lleva de aquí para allá para ver algo de cerca o con cualquier otra excusa.Siguen paseando y se sientan en un banco aprovechando un rato de sol.Él comienza a hablar del trabajo, de sus nuevos compañeros y de una chica que ha conocido.Ella escucha atenta, pero tras un rato él decide no cansarla más y cambia la conversación.Reclinados en el banco observan a la gente pasar y reparan en un grupo de gente reunida que parece mirar algo.Curiosa, ella se levanta de un salto y se acerca al grupo.Él se queda sentado mirandola.La conoció varios años atrás y su carácter seguía divirtiendole como el primer día.Durante su amistad llegaron a conocerse muy bien y compartían algunas aficiones.El zumbido de un SMS le devuelve a la realidad.El día siguiente tendría una reunión en el trabajo.Antes de empezar a pensar en la reunión, ella le tira de la mano para que se acerque al grupo.Excitada, le lleva a marchas forzadas hacia la mesa en la que una vieja gitana estaba sentada barajeando las cartas.Ella se adelanta hacia la gitana mientras él se coloca a un lado para observar.La gitana enseña la baraja de póquer a la concurrencia y tras mover las cartas indica que coja una.Él observa como indecisa, escoge la deseada y la mira con cuidado.El sol y la ilusión hacen que sus ojos brillen mientras sus manos tapan la carta elegida.La gitana vuelve a juntar el resto de cartas y, tras dar unos golpecitos con el dedo en el montón afirma:

-Al parecer la suerte te sonríe, o ha sonreído.El causante es un hombre - dice girando la cabeza hacia él - El rey de tréboles

El rostro de ella palidece mientras devuelve la carta.Se retiran del grupo mientras ella le recuerda la situación dos días antes.Ella quería ir a un concierto y él le aconsejó que comprase
la entrada cuanto antes.A regañadientes, le hizo caso y pudo comprar la última entrada que estaba en taquilla.Para él fue cuestión de suerte, pero ahora ella había encontrado una explicación tras las palabras de la gitana.Ella le explicaba todo, pero él no la escuchaba.La tenía delante y solo observaba como sus labios se movían sin prestar atención a lo que decían.Veía como sus manos se movían: del bolsillo del abrigo a retirarse un mechón de la cara para volver de nuevo al bolsillo o danzar alrededor de su cuerpo.De pronto, ella piensa en que la gitana repita el truco con él.Él, incrédulo y divertido, accede.

La gitana extiende las cartas para que él coja una.Sin dudarlo, él alarga la mano hacia una cualquiera.Para no correr riesgos, decide no mirarla hasta que la gitana diga el resultado.La vieja recoge las cartas y las amontona.Tras unos golpes sobre el taco, mira extrañado al joven.

-¿Has cogido una carta?

Él la enseña por el reverso.La gitana parece nerviosa, y vuelve a remover la baraja y colocar el montón sobre la mesa.Tres golpecitos con el dedo índice.La gitana mira alarmada al joven y a la chica.

- No reconozco tu carta

Él se asusta, da la vuelta poco a poco a la carta y la mira.Sobre un fondo negro se distingue la figura de una mujer embozada en una capa.Su rostro está tapado y en la mano derecha sostiene un corazón.La gitana y la gente alrededor no reconoce la carta pero él, muy despacio, deja la carta sobre la mesa y se queda inmóvil.Asustada, ella se acerca y apoya su mano en el hombro para captar su atención.

-¿Qué es? ¿Que pasa?

Él vuelve en sí tras el contacto y la ve delante de él, preocupada.Tan cerca...Mordiéndose el labio, la mira mientras comprende todo.

-La carta... es la ladrona de corazones

Probando, probandooo

Bueno pues aquí estoy.Aquí está el resultado de uno de mis venazos repentinos.De todas formas, a pesar de haber tomado la decisión tras pensarlo mas de cinco segundos no prometo periodicidad ni constancia.La idea de jubilar el cuadernito donde apunto mis tontunas ya me rondaba por la cabeza hace tiempo, pero hasta el día de hoy no he movido ficha.

Tumbado en la cama me despierta el ladrido del perro del vecino.Acordándome de la utilidad de los bozales intento dormir de nuevo, pero los ladridos no cesan.Me tapo la cabeza con la manta.Ladridos.Cabeza debajo de la almohada.Ladridos.Mosqueado me levanto a la cocina a beber un vaso de agua, son las 7 de la tarde pasadas en el reloj de la cocina(y en el del resto de relojes de la casa, supongo).Ladridos.De vuelta en la habitación me tumbo de nuevo en la cama y tras una o dos vueltas consigo conciliar el sueño de nuevo.Recuerdo poco del sueño, salvo que tenía algo que ver con perros.Ladridos y miro la hora:8 menos cuarto.Me levanto de mala leche y me doy una ducha.Exacto, ladridos.Los vecinos deben estar trabajando y no estan en casa.Tras reconocer mi impotencia para callar al chucho(nótese esa antipatía creciente) comienzo a pensar divertido en las diversas "caricias" que le haría.Se han mudado hace poco y no los he visto demasiado, pero creo recordar que el perro es un caniche(sí, y con el acabado típico de perro refinado).Ladridos.Salgo de la ducha y me imagino pisando una suave alfombrilla de pelo de caniche.Tener un perro en un piso; darle de comer,sacarle a pasear...Más ladridos y de pronto, silencio.Intrigado, me parece oír una voz del piso de abajo.Parece que por fin han vuelto sus dueños.Me siento en el sofá disfrutando del ahora maravilloso silencio.El timbre de la puerta suena bruscamente y me levanto de un salto.La voz alegre de mi cuñada me pide que abra desde el portal.Casi lo había olvidado, esta noche venían a cenar.Abro la puerta de la casa esperando a que lleguen en el ascensor cuando oigo de nuevo ladridos.Parecen lejanos pero su volumen aumenta por momentos hasta que cesan de repente.Se abre la puerta del ascensor y sale mi cuñada nerviosa y sonriendo:

-¡Mira, te traemos una sorpresa! - y ladea la cabeza hacia el ascensor mientras de la puerta salen mi hermano y, atado con su correa, su perro.