Despertares

El despertador le devolvió a la vida. Si es que aquello se podía llamar vida. Casi tan dormido como pocos segundos antes se levantó tambaleante hasta el baño. Encendió la luz y se miró al espejo. Los ojos hinchados por el sueño y el pelo despeinado por la batalla diaria contra la almohada. Bostezó frente al espejo, tan cerca que empañó su superficie. Abrió el grifo mientras se rascaba el estómago por debajo del pijama y observaba como el nivel del agua subía lentamente desde el tapón del fondo por el hueco del lavabo. Cuando le pareció suficiente, cerró el grifo, metió las manos en el agua y preparó sus sentidos para el primer sobresalto del día.


Se echó agua sobre la cara varias veces a pesar de que le parecía que estaba helada.Una vez terminó alargó el brazo hacia la toalla e incorporándose se secó el rostro. Lo que vio en el espejo hizo que la toalla se le escapase entre los dedos y cayese al suelo. El rostro que encontró frente a él era desconocido. Salvo los ojos, que ahora relucían con un brillo extraño, no reconoció ninguna de sus facciones. Asustado, miró hacia otro lado y su mirada topó con el agua del interior del lavabo. Su antiguo rostro, sus rasgos, flotaban en el agua perezosamente. Intentó atraparlos con las manos, pero parecía como si evitasen su contacto danzando por el agua.

Rendido y sin saber muy bien que hacer, escuchó la señal horaria de su reloj. Quitó el tapón del lavabo, se vistió apresuradamente y de camino hacia la puerta cogió algo de la cocina para desayunar. No podía llegar tarde al trabajo

Sorprendiéndome

Ya estuve pensando en ello con antelación.Y llegué a la conclusión. Sabía lo que iba a pasar. Mi reacción al ver la situación, cómo notaría ese nudo en el estómago y cómo huiría o al menos lo intentaría. Podía evitarlo, pero tenía que hacerlo. No podía mirar hacia otro lado.



Y llegó el día. Me levanté de la cama pensando en lo que iba a pasar. Repasando todas las sensaciones que me recorrerían cuando llegase el momento, sensaciones que no quería sentir pero que no tenía mas remedio que soportar. Así llegó el tan esperado momento, pero lo que sentí no coincidió ni mucho menos con lo que pensaba que iba a sentir. Fue mucho mejor.

Hay quien dice que puedes tardar un mes o un año en conocer a otra persona pero toda tu vida en conocerte a ti mismo. Quizá tengan razón

Días buenos y días malos

- ¿Estás bien?

- Sí, no pasa nada.

- ¿Cómo que no pasa nada?

- Déjame que te cuente algo.

- Pero...

- Recuerda hace un rato, cuando te has levantado por la mañana.

- ¿Y que tiene que ver eso con...?

- Entonces al despertar tu espíritu vuelve al cuerpo. La mayoría de las veces el cambio es suave y placentero, pero otras el espíritu no está contento con la situación y prefiere seguir en el sueño. Cuando eso pasa el despertar es incómodo y...

- ¿Y tenías que pegar esa patada al pobre perro?

- Créeme, era necesario. ¿No le has visto como me ha mirado? Seguro que se iba a tirar a morderme los cordones...

En una nube

Estoy lejos, en un lugar desde donde puedo ver todo con claridad. Me asomo por el borde de algodón y me entretengo mirando lo que pasa. Veo todo con tranquilidad y cierta indiferencia. Divertido, me pongo a saltar sobre el blando suelo que actúa como una especie de colchoneta hasta que caigo exhausto. Tumbado miro el cielo y me doy cuenta de que mi cuerpo se va hundiendo poco a poco en la nube...



Es normal, tenía que pasar.

Haciendo el tonto

Dos chicos y tres chicas en un bar tranquilo.Se acaban de conocer por que uno de los dos chicos ha comenzado a hablar con ellas.A los pocos segundos el otro chico entra en la conversación:

-No puedes hacerlo así, hazlo bonito. Haz un esfuerzo, que da mejor resultado - dice mientras mira de reojo a las chicas - Un regalo, un poema...

-¿Un poema? - añade el otro chico mientras las chicas sonríen

-Sí, me sabía uno...Pero era bastante cutre y no lo recuerdo ahora...Mmm "bella flor"..."recuerdo"..."reina".Creo que lo tengo. - el resto del grupo mira sorprendido, no lo habían tomado en serio - Ya habéis oído mucho así que os haréis una idea.Bueno, esto lo mejor es...

Planta una rodilla en el suelo mientras coge a una de las chicas de la mano. Mirándola a los ojos dice:

"Sabes bien, bella flor
que tu siempre serás mi reina
y que muero al recordar
el olor de tu entrepierna"


PD:Quizá no debieron empezar a hablar con ellas. Quizá escogió a la chica con menos sentido del humor de las tres. Quizá debía haber dicho otra cosa. Lo único seguro es que si no lo hubiera hecho no habría tenido ese dolor en el pecho durante el resto de noche de tanto reír...

Pequeñas y grandes alegrías

Cuanto mas intensa es la oscuridad mas destaca una pequeña luz en ella.

...es tan sencillo hacerme feliz,
que me de el aire en la cara,
que suene la guitarra del Kolibrí,
bailar de madrugada si me da la puta gana...