Días buenos y días malos

- ¿Estás bien?

- Sí, no pasa nada.

- ¿Cómo que no pasa nada?

- Déjame que te cuente algo.

- Pero...

- Recuerda hace un rato, cuando te has levantado por la mañana.

- ¿Y que tiene que ver eso con...?

- Entonces al despertar tu espíritu vuelve al cuerpo. La mayoría de las veces el cambio es suave y placentero, pero otras el espíritu no está contento con la situación y prefiere seguir en el sueño. Cuando eso pasa el despertar es incómodo y...

- ¿Y tenías que pegar esa patada al pobre perro?

- Créeme, era necesario. ¿No le has visto como me ha mirado? Seguro que se iba a tirar a morderme los cordones...

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