Es curioso lo rápido que nos acostumbramos tanto a lo bueno como a lo malo. Nos limitamos a encajar lo nuevo en tu vida de la forma mas sencilla y tirar para adelante. Es la razón por la que no valoramos lo que tenemos hasta que desaparece.
Ayer justamente me pasó eso. De repente uno de esos elementos que siempre están por ahí desapareció. Al principio te jode e intentas seguir sin ello. Pero realmente sufres cuando cada dos por tres te topas con su ausencia. "No puedo hacer esto. Da igual, pues hago lo otro... vaya, tampoco puedo" En ese momento es cuando te das cuenta de la importancia que tenía antes de desaparecer. De como no te dabas cuenta de lo que significa para ti.
Por suerte era solo un objeto, reemplazable o sustituible. Mucho mas duro es cuando hablamos de personas.
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