El salto

Sin saber muy bien cómo, se encontró de nuevo frente a aquella playa rocosa. La niebla hacía que casi no pudiese ver el agua, pero allí estaba. La intuía. De ese extraño azul mezclado con marrón no sabías muy bien si estabas mirando agua o el fondo de arena.

Recordó la última vez que se pasó por allí. Hacía cinco años y muchas cosas habían cambiado ¿O quizá cuatro?. Da igual, con uno habría bastado.

El agua relucía como la otra vez, pero tenía matices extraños que sin embargo no conseguían mitigar una cierta familiaridad en todo el panorama. Por las alturas no vio nada. Ni rastro de aquella bandera roja que le desanimó a bañarse la vez anterior, hacía... ¿tres años?. Ahora lo recordaba todo tan bien que le parecía aún menos.

Se desnudó y se acercó a la escarpada orilla, y a pesar de ello no llegaba a ver bien el agua por la niebla que se acumulaba a baja altura. Allí frente la inmensidad, sintiéndose pequeño como un guijarro la visión era mas intranquilizadora aún. La duda le duró un suspiro así que siguiendo la frase hecha se decidió tirarse a la piscina sin mirar si había agua. Cerró lo ojos y cogiendo un poco de carrerilla se lanzó de un salto conteniendo la respiración...

Chof

3 comentarios:

pati dijo...

¿Azul y marrón?
Me suena...

Patricia dijo...

que buena manera de describir el ambiente...hasta parecía que yo estaba ahi a punto de saltar..

Eduar dijo...

es bueno eso de saltar sin ver si quiera si hay agua...

A la piscina tod@s!!!