Búsqueda

Siempre estaría ahí. Es increíble como seguía recordando la melodía como si fuese ayer. Como si desde la noche en la que se despertó tatareándola no hubiesen pasado cosa de dos años. Oculta, esquiva, nunca fui y seré capaz de recordar mas de un par de acordes. Pero a menudo un par de sonidos, un fragmento de una canción me hacían recordarla. Sufría una continua sensación de tener algo dentro, en mi cabeza, que conocí hace algún tiempo pero que no conseguía extraer.

Ayer mismo paseaba charlando por las calles de la ciudad cuando escuché algo que hizo que me olvidase de la conversación. Los acordes llegaban despacio, con calma, o puede que tuviese esa sensación mientras veía las bocas hablar, reír y gesticular... Seguía aparentemente la conversación, porque mi oído se esforzaba en seguir hilando uno a uno los sonidos que parecían llegar de un lateral de la calle. A medida que el tiempo pasaba me iba convenciendo de que era ésa. No podía ser otra.



Hice un gesto de disculpa con la mano y dejé a mis dos acompañantes para, dándome la vuelta, seguir el sonido hasta su origen hasta que me topé con el escaparate de una tienda de antigüedades. Miré a mi espalda y, como me seguían mirando, no dudé en entrar para ver de donde procedía la música.

La tienda estaba bien iluminada y podían verse con claridad todos los artículos que colgaban de la pared, los que estaban apoyados en el mostrador y los que colgaban del techo meciéndose suavemente por el aire que un calefactor distribuía por la estancia. Era tal la cantidad de cacharros y extraños artilugios que había por todos lados que me quedé mirándolos a todos y ninguno y no me dí cuenta de que la melodía había cesado.

- Oiga, perdone. ¿No sonaba aquí hasta hace un rato una música?- pregunté al anciano que se encontraba tras el mostrador.

No - me dijo desde detrás de sus gafas - Debe haber sido en otro lado.Últimamente un grupo de músicos se pone en la calle paralela. Arman un ruido... O quizá de alguna vivienda.


- Vaya, entonces me marcho - dije mientras me acercaba a la puerta. O no me oyó o le dio igual, porque siguió hablando a pesar de que me alejaba dándole la espalda

- O puede que sólo esté en tu cabeza, a veces intentamos encontrar fuera cosas que sólo existen ahí dentro...

- ¿Sí? ¿Que decía? - me dí la vuelta de golpe.

- No, nada. Que Feliz Navidad - dijo mientras me miraba extrañado desde esos cristales que se apoyaban en la punta de su nariz.

- Sí, igualmente. Y próspero Año Nuevo - contesté justo antes de cerrar la puerta.

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Imagen de: !PuTrID-DeFiLeR

2 comentarios:

be dijo...

¿Tienes algo que ver con el protagonista?
¿Por eso a veces parece que estás pero no estás?

:)

Jarrek dijo...

Graciosa que eres.
Cuando estoy, estoy. Y cuando no, no. Deberías saberlo.

Espero que te haya quedado claro :P