- Si. Jajaja, todavía lo recuerdo como si fuese ayer... - contestó divertido
- Pues es eso. Dejo el problema a un lado y sigo con mi vida...
- Pero eso no es propio de ti, ¿no crees? - interrumpió de nuevo - Tu eres de los que se enfrentan a los problemas sin pensarlo, a veces demasiado precipitadamente, y zanja el asunto para bien o para mal.
- Si, pero todo depende del resultado. Imagina a un loco en el borde de un acantilado. Disfruta del aire fresco y sigue caminando por el borde con los ojos cerrados. Ignorando el abismo. Todo irá bien hasta que caiga, ¿no? Por eso no ignoro totalmente el problema. ¿Sería mejor enfrentarse al problema y alejarse del borde? ¿Bajar del acantilado y no disfrutar nunca mas del roce del aire fresco en tu piel?

- Bueno visto así...si conoces con seguridad lo que va a pasar después...
- Pudiera ser, pero no es el caso - atajó con un gesto de la mano - Tan sólo sé que no me puedo enfrentar al problema, porque no depende de mí o que ya he hecho todo lo humanamente posible. Y el resultado de actuar sería caer o perder de vista la brisa.Y por eso sigo en el acantilado con el pelo al viento, con cuidado de no caer, pero sin que la presión de la altura cambie demasiado mi vida