Organización

La habitación recién pintada me espera. Sin muebles, totalmente vacía y con su curiosa forma. Para empezar, está en la parte alta de la casa así que el techo es inclinado desde los aproximadamente tres metros de altura de un extremo hasta los poco más de metro y medio del otro. Además, por el antojo o la incompetencia del arquitecto hay tres pilares que quedan en el medio, equidistantes entre sí y las paredes. Bueno, equidistantes equidistantes no, porque las paredes no están a noventa grados...

En el salón tengo los nuevos muebles. Baratos, de mi gusto y comprados un poco a lo loco sin saber siquiera si encajan en la habitación.

Me pongo a ello. La estantería no vale, sólo cabe en una pared que resulta estar...¿combada? En fin, nada. Soy incapaz de colocar la cama, me estorban los tres pilares. A la mierda cama. Y también desecho la mesilla (si no hay cama...) Venga, a por el siguiente mueble.

Un par de horas después, cansado y sudando, decido tomarme un respiro. La habitación sigue vacía. Cagüen...Joder, ¿no voy a encontrar un puto mueble que encaje?

2 comentarios:

luis dijo...

Todos nos hemos sentido así alguna vez pero este puente has logrado encajar un viajecito eh?
Cabrón que envidia...

Jarrek dijo...

Lo necesitaba. O puede que no pero da igual xD

Sigo vivo