Draelion (2)

Sigue la vena perruza así que cuelgo otro fragmento de la historia del también llamado "semielfo autista"
El otro trocito anterior de su vida

Tras pescar un par de carpas en un pequeño lago cercano, el semielfo vuelve hacia su hogar por el pequeño poblado.Los pequeños elfos, de su misma edad, corretean por las calles mientras el pasa a su lado.Se detiene un momento solo para observar como jugando a esconderse unos a otros uno de los pequeños se oculta tras él.Mientras sus pequeñas manos agarran la tela de su pantalón, Draelion permanece quieto disimulando.Sin saber que hacer, empieza a mirar a su alrededor y topa con las miradas de los elfos adultos que pasan por el lugar.Miradas no de rechazo, si no de... recelo.El joven conoce bien aquella expresión, recordándole que no era como ellos y que independientemente de lo que pudiese hacer nunca sería uno mas de la comunidad si no fuese por su madre.Este recuerdo le hace recordar el motivo por el que tiene que volver a casa.

-¡Te he visto!-grita uno de los pequeños señalando con su dedo detrás de Draelion.

Con una mueca, la víctima sale de su escondite mientras el semielfo aprovecha para dirigirse a su casa.Tras observar como empezaba anochecer cruza las calles con rapidez, destacando entre los tranquilos transeúntes que pasean por las calles hacia sus hogares.Una vez en casa, deja el pescado y se cambia de ropa para acudir a la fiesta que esta noche se celebraba en un lejano claro.Su madre ya debía haber partido, ya que no se encontraba en casa, así que tras terminar de vestirse sale por la puerta hacia la fiesta.Una vez fuera de la casa, Draelion se da cuenta de que llegará tarde a la fiesta.Ya es noche cerrada, y la fiesta estaría a punto de comenzar.Mientras corre hacia el claro recuerda a su madre.Ella es la única razón por la que estaba en ese pueblo.Su padre nunca sería capaz de vivir en un lugar como aquel, según había dicho, por lo que marchó siguiendo su carrera de mercenario.Sin embargo las visitas no dejaban de sucederse, e incluso se permitía pasar unos días de vez en cuando con ellos, pero en general partía pronto.Si los habitantes elfos soportaban la presencia del semielfo no hacían lo mismo con su padre, al que claramente rechazaban sin disimulo.Pero no todos los elfos podían ser así, al menos todos menos su madre.Caminando con la mente en otra parte el joven no reparó en el bulto que le hizo tropezar.Los ojos del elfo estaban abiertos de para en par mientras su boca permanecía abierta.Asustado, Draelion retrocede un poco y llega a ver la fina línea de sangre que el guardia tiene en su cuello.Es uno de los oteadores que se suele encargar de vigilar mientras se realizan las tareas fuera del poblado.Y está muerto.El silencio es absoluto, no se oye nada, incluso los animales nocturnos guardan silencio.La imagen de la fiesta inunda su cerebro, y el joven echa a correr hacia el claro.Hay cuerpos y miembros por todas partes, el rojo tiñe los antes blancos y dorados tejidos y el olor a sangre es insoportable.Incapaz de contener las náuseas Draelion se aleja unos pasos y vomita entre sollozos.Una vez se encuentra algo mas repuesto, se acerca a buscar entre los restos deseando no comprobar lo que en el fondo ya sabía.Al poco rato encuentra el cuerpo de su madre.Incapaz de sostenerle en pie, sus rodillas flaquean y cae al suelo, pero sigue avanzando hacia el cuerpo a pesar de que no poder ver entre sus lágrimas.No puede ser,no era ella, ella habría escapado y estaría en el poblado.Fue entonces cuando repara en el amuleto de su cuello.Un collar mágico con el que a menudo divertía en su infancia a Draelion moviendo pequeños objetos a distancia.Un grito desgarrado sale de su garganta, un ronco bramido que no podría haber salido de la boca de ningún elfo.Agarra con fuerza la mano de su madre y se mantiene llorando varios minutos hasta que puede recobrar el control.Inseguro, se pone de pie y apretando los dientes se agacha para recoger el cuerpo de su madre.Su cuerpo parece intacto, pero es obvio que en sus ojos no brilla la vida.Al pasar su brazo por la espalda para alzar el cuerpo, su mano tropieza con la causa de la muerte de su madre, un virote de ballesta drow.

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