Monárquico un día al año

Ayer tuve un buen día.Me levanté prontito y salí a terminar las últimas compras navideñas. Para empezar bien el día, el portero nuevo me saludó con un sonriente "Buenos días" ( ¡como en La Habana! ) Por la mañana en la Fnac, en el mostrador de envolver los regalos me encontré a una amiga del instituto que tenía muy perdida. No se dio cuenta de su error hasta después de haberse ofrecido a envolverme todos los regalos (muchas gracias otra vez, Alicia), así que por lo menos mientras la pobre se liaba con todo aprovechamos para ponernos un poco al día. Por fin mis regalos no se distinguirán del resto por tener ese aspecto "churrimangui" característico.
Una vez en la calle, un corrillo de gente escuchaba a una orquesta callejera que tocaba francamente bien. Escuché dos canciones y tras dejarles algo de suelto me volvía casa a aprovechar algo el tiempo.
Por la tarde fui a ver la cabalgata a mi antiguo barrio y aproveché para ver a la gente de la asociación. Aunque parezca raro es el primer año que tenían un Baltasar negro (de verdad, y con un acento cubano cachondísimo) Tras la cabalgata me volví para casa, que tocaba cena molona. Y hoy pues estoy "jugando con los regalos" y vagueando un poco. Se nota, ¿no? . Pasadlo bien todos, y que os cunda lo que hacéis si no disfrutáis haciéndolo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo un detalle, casi cuatro años sin vernos y me pones a envolver un montón de regalos.
Me debes una cañita

Jarrek dijo...

Te la debo, te la debo.Pero mejor mas de una.