Perdido

Siguió caminando sin pensar en nada. En nada más que lo que tenía en la cabeza desde hace dos días ya. Porque necesitaba pensar con calma en todo lo que había pasado. Todo lo que les había pasado varios días antes.
Si bien podemos decir que tuvo suerte si comparamos con el resto su principal preocupación no surgía de la situación de sus compañeros, si no de él mismo.
Lo pasado, pasado está - se repetía constantemente.
Y es que no era para menos. Se había sorprendido de si mismo. Recordó una frase que escuchó un día : Basta con un par de meses para conocer a una persona, pero suele llevar una vida conocerse a uno mismo. Nunca estuvo totalmente de acuerdo con ella (con matices), pero en un irónico giro del destino ahora se le antojaba más cierta.


Caminó sin rumbo durante unas horas hasta que comprobó (lo de "sin rumbo" no es una expresión hecha) que no tenía ni idea de donde estaba. Todo pasó a un segundo plano. Tras unos instantes de recordar y un poco de exploración consiguió situarse a duras penas a un buen trecho del punto de partida. El siguiente paso fue encontrar transporte para volver, que por suerte apareció pronto.
Sentado en la última fila del autobús miraba el paisaje por la ventanilla. Aún le quedaban unos quince kilómetros para llegar

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si ejjj queeee...a quién se le ocurre perderse en SU pueblo...no tienes excusa :p

Jarrek dijo...

Me perdí CERCA de mi propio pueblo. Y excusa no tengo, salvo que estoy en la parra.
Si le hubiese a una profesional como tu solo habría tenido que llamar a su madre para que fuese a buscarla en coche :p