Es curioso como a veces una acción aparentemente sin importancia a medida que pasa el tiempo da lugar a algo que si te paras a pensar da hasta miedito. El pequeño favor que es agradecido como si fuese la vida en ello. Y todo lo que llegó después.
Ahora para intentar recordar empiezo a tirar del hilo que tengo atado al zapato. El extremo lo conozco, al fin y al cabo lo veo cada vez que me calzo, pero a medida que voy tirando y tirando el tacto del hilo a veces me resulta extraño y otras familiar. Pero sigo, poco a poco, hasta conseguir ver el otro extremo. Atado con un frágil nudo simple, resulta muy difícil imaginar como ha permanecido agarrado a pesar de la distancia y los tirones que sin darme cuenta le habré pegado.
Allí sigue, y parece que con suerte seguirá por mucho tiempo.
PD:Y yo que me tengo que atar los cordones de las zapatillas al menos dos veces al día...Me encantaría conocer al tipo que hizo aquel nudo
Consecuencias
Se le ha caido a
Jarrek
el lunes, 1 de diciembre de 2008
Etiquetas:
Lo real,
Sensaciones
2 comentarios:
Cuando conozcas al "señor de los nudos" me lo pasas :D
Bonito, te veo tierno eh? :p
Si es que soy 'asín'
Llega la Navidad y no se si es la nostalgia, las comidas familiares o el turrón. Algo me afecta, si
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